Crónica escrita en primera persona por Axel González, representante en México de Arte es Ética

El evento Workers Governing technologies realizado el 25 y 26 de septiembre de 2025 en la ciudad de Toronto, Canadá, fue un foro organizado por la Universidad de Toronto Scarborough que reunió a diversos académicos, activistas y trabajadores de Argentina, España, Brasil, Estados unidos, Canadá y México. Todos congregados para hablar sobre las estrategias cooperativas para el trabajo digital, la investigación sobre la gobernanza de datos por parte de los trabajadores y sociedad, así como las estrategias colectivas para las negociaciones laborales enfocadas en ambientes digitales.
La aventura para el equipo de Arte es Ética comenzó con la invitación a participar del evento por parte del profesor Rafael Grohmann, académico de la Universidad de Toronto y líder del proyecto DigiLabour, que se encarga de realizar investigaciones enfocadas en inteligencia artificial, data, plataformas y su impacto en diversos sectores, especialmente en el ámbito laboral. Para nosotros una oportunidad de este tipo no podía perderse así que aceptamos la invitación. La decisión de qué integrante del colectivo podría participar se llevó a cabo por dos preguntas: ¿Quién puede viajar en esas fechas? y ¿Quién cuenta con pasaporte y visa para viajar a Canadá? Hay que recordar que AeÉ, es un colectivo sin fines de lucro. Llevamos trabajando 3 años ininterrumpidos comunicando, asesorando y denunciando los efectos que la IA generativa ocasiona en diferentes ámbitos. Nuestro trabajo es todo de manera voluntaria, sin fines de lucro, con los recursos y tiempo que cada uno tiene, sobreviviendo de la manera que se pueda, y en ese sentido por tiempos y por tener el pasaporte vigente pude levantar la mano para participar.

Platform labor, workers’ organizing, digital solidarity economies, AI & labor, data work DigiLabour
La segunda parte de la aventura, que requeriría toda una saga extra pero que resumiré, fue que una vez aceptada la invitación a participar necesitaba obtener la visa para entrar a Canadá. Para México, hasta el año pasado, el requerimiento de una visa para entrada no era necesario, si acaso pagabas tu ETA y con eso podías transitar durante cierto número de días, sin embargo, a partir de situaciones varias, la visa se volvió un requerimiento obligatorio para mexicanos. Así que la misión era ahora obtener el visado. Cuatro registros en páginas diferentes, llenado de mi historial de trabajo y estudios de 10 años en el pasado, la historia de mi familia, el registro de mis cuentas bancarias, dos cartas diferentes de invitación por parte de la universidad, la entrega obligatoria de mis datos biométricos, un rechazo de visado, un segundo intento y los pagos por ambos trámites, fue lo que se requirió para obtener un visado.
Podemos reflexionar que aunque el norte global se presenta abierto al mundo, la barrera burocrática que países de la mayoría global enfrenta, es bastante amplia ya que de no haber tenido el tiempo de aproximadamente medio año para el trámite y el dinero para dos intentos, hubiera sido imposible lograr asistir al evento.
La tercera parte de la aventura se llevó a cabo el día 24 de septiembre. La Universidad de Toronto financió el vuelo y hospedaje de los ponentes; fue así como mi vuelo salió ese día miércoles del aeropuerto de la ciudad de México hacia Canadá. Cinco horas de vuelo después me enfrenté a una hora de espera en la oficina de migración, donde pude conocer a un paisano de la sierra de Puebla que mencionó haber conseguido un contrato para trabajar temporalmente en una granja, pero al no saber inglés me dijo estar nervioso pues no pudo explicar a los agentes en una primera instancia que en efecto llevaba el contrato en su maleta. Por mi parte mi espera fue porque al haber sido rechazado una vez en el proceso del visado tenían que asegurarse que mi información fuera la que escribí en uno de los tantos formularios de solicitud y después contactar a la universidad para asegurarse de que todo estuviera en orden. Pasado ese proceso siguió un viaje de dos horas, repartido entre la espera del autobús fuera del aeropuerto, su ruta, una conexión en el metro, un transbordo a otra línea del mismo y una caminata, y por fin pude llegar al hotel donde todos los ponentes se iban a hospedar: el Chelsea Hotel.

Al día siguiente, que formalmente sería el primer día del evento, tocaría reunirse en el Schwartz Reisman Innovation Campus, en el centro del área universitaria de Toronto. La cita para dar inicio al evento fue a las 9:00 am. Al ser el único mexicano del evento y un primerizo en la ciudad, mi plan era levantarme temprano, leer el texto que el equipo de AeÉ había preparado para mi participación y salir una hora antes para caminar al lugar. Sin embargo días antes entablé conversación a través de LinkedIn con Krystal Kauffman, quien forma parte del equipo del DAIR Institute (The Distributed AI Research Institute) con quienes ya habíamos colaborado anteriormente desde Arte es Ética. Gracias a su primer mensaje, acordamos reunirnos en el lobby, caminar juntos al campus y platicar de nuestras respectivas funciones y trabajos dentro de nuestras organizaciones.

Antes de llegar al plantel pude observar por primera vez ese momento en el cual la niebla toca la punta de los edificios (si bien en la CDMX tenemos edificios bastante altos, el clima de la ciudad y otros factores no propician este fenómeno) así que experimentarlo de camino fue una experiencia más que agregar. Al llegar, la puntualidad jugó a nuestro favor ya que pudimos ser los primeros en presentarnos a parte del equipo organizador del evento: Rafael Grohman (a quien ya mencioné, fue el encargado de invitar al colectivo), Ashique Ali Thuppilikkat (encargado de agendar los vuelos y reservaciones de todos los ponentes), Greig de Peuter (encargado de moderar una de las mesas redondas de ese día) y otros miembros del equipo a quienes extiendo mi más sincera disculpa por no recordar en este momento sus nombres, pero como forma de disculpa, agradecimiento adelantado y como buen mexicano, decidí llevar en mi viaje, dos bolsas de dulces mexicanos (picafresas y aciditas) para compartir con todos los asistentes del evento.
El primer día de actividades consistió, después de la presentación inaugural, en conocernos y romper las barreras lingüísticas. Me explico. Dos semanas antes del evento se nos invitó a compartir preguntas, intereses o expectativas temáticas sobre las charlas que iban a suceder. Rafael y su equipo pegaron algunas de esos interrogantes en el salón donde se llevó a cabo el evento el primer día y fueron estas preguntas las que aspiraban a levantar a la gente de sus asientos y buscar conectar con alguien que tuviera ese mismo interés. Sumado a esto, al registrarnos se nos pidió utilizar un sistema de colores para diferenciar quién hablaba inglés, español, portugués o francés; unidas ambas dinámicas, esa primera capa de hielo se quebró y todos pudieron empezar a compartir primeras experiencias.


Pasada esa dinámica comenzó la serie de ponencias. Espacios de 10 a 15 minutos por persona. Las dos primeras charlas fueron por parte de guionistas. Katie Tibaldi, guionista de la WGA (Writers Guild of America / Gremio/sindicato de escritores de américa) quien habló sobre cómo la organización grupal del sindicato les permitió, en medida de lo posible, negociar mejores condiciones de trabajo durante la huelga que sostuvieron en 2023; y Neal McDougall guionista de la WGC ( Writers guild of Canada / Gremio/Sindicato de escritores de Canadá) quien habló sobre las diferencias contractuales y sindicales que su gremio tiene por estar conformado en Canadá.
Después de ellos, seguí yo, representando a AeÉ. Mi charla (después de mencionar que me sentía muy agradecido por la oportunidad de salir por primera vez de mi país, gracias al apoyo de la universidad) consistió en hablar sobre la historia de Arte es Ética, su conformación gracias a las redes sociales que permiten conjuntar un esfuerzo internacional. Además hablé sobre los problemas que los artistas visuales latinoamericanos tenemos frente a la irrupción de la IA generativa. Y por último, los problemas ambientales que Latinoamérica vive en el presente frente a la población de centros de datos, las circunstancias políticas que provocan una proliferación de estos y el coste ambiental que las comunidades cercanas a ellos tienen.


Agradecimientos por las fotos a Krystal Kauffman y Malcolm Katrak
Video reel: DigiLabour
Después siguió Roseli Figaro, académica investigadora de la Universidad de Sao Paulo, quien habló sobre la datificación del trabajo o cómo las empresas tecnológicas registran y transforman en datos la actividades laboral para generar nuevas tendencias de trabajo.
Prosiguió Juan Manuel Ottaviano, abogado egresado de la universidad de Buenos Aires, quien comentó sobre las dinámicas estructurales de la negociación colectiva en el sector de la economía digital y de las tecnologías de la información. A continuación habló Simon Prefontaine, miembro del sindicato de trabajadores de Bethesda Game Studios Montreal, quien comentó las dificultades laborales que enfrentaron los 4 estudios que conforman Bethesda games, para poder sindicalizarse frente a su empleador, Microsoft. Recalcó el trabajo colaborativo de los cuatro estudios, para individualmente hablar con los trabajadores del estudio para obtener la mayoría necesaria para conformarse legalmente como sindicato. Después compartió las dificultades que han tenido en las mesas de trabajo y cómo el gobierno les ha ayudado a meter sanciones a Microsoft, que ha intentando frenar sus actividades.
Después de la participación de Simon, siguió un breve descanso para probar el almuerzo que la universidad había preparado para los asistentes. Durante ese momento pude entablar conversación con Lidoly Chávez Guerra, investigadora postdoctoral de la universidad de Toronto que muy amablemente se acercó para comentar sobre su trabajo en Reino Unido y compartir su interés en el trabajo de AeÉ. Como curiosidad a ambos nos llamaron para grabar cápsulas sobre pensamientos o reflexiones que hubiéramos tenido a raíz de la primera ronda de charlas.
Regresando del receso continuaron las charlas. Tocó el turno de Nuria Soto, quien habló del modelo de las cooperativas a través de su experiencia con el proyecto Mensakas, una cooperativa de repartidores, y CoopCycle, una federación de cooperativas de repartidores en Cataluña. Por cuestiones varias la participación de Luca Zuñiga Brenes, fue a través de un video. El proyecto que compartió fue Alternativa Laboral Trans, ALT, una cooperativa de desarrolladores de software, donde se le da la oportunidad a gente de la comunidad trans de desarrollarse como programadores buscando tener una cultura de trabajo que empatice con las dificultades que la comunidad presenta. Continuó Austin Robey, quien compartió su experiencia trabajando en el proyecto de Subvert, una cooperativa musical que busca crear una comunidad de artistas musicales, donde estos puedan ser dueños de su material durante toda la cadena de distribución musical. Siguió Gabriel Simeone, quien habló sobre el proyecto social que está gestando en Brasil, donde a través de la tecnología y las redes sociales está enfrentando los problemas de vivienda, servicios públicos que una parte del país enfrenta y además creando una red social para la alfabetización digital a niños y adultos. Prosiguió Jason Wiener, quien compartió su experiencia dirigiendo el proyecto de Stocksy United, una plataforma que se dedica a vender contenido digital de stock para terceras compañías. Dentro de su charla comentó cómo su experiencia en cooperativas, leyes de propiedad compartida y otras cuantas más, le han ayudado a generar un ambiente de confianza con sus clientes a los cuales ha logrado educar para ver el valor del contenido de alta calidad que su plataforma genera versus el contenido genérico que pulula en la red a menor costo. Y finalmente hablaría Colin Clark, diseñador centrado en labores de diseño enfocadas en la comunidad de personas discapacitadas; junto con su proyecto Lichen busca generar propuestas de diseño funcional para discapacitados no solo desde la filosofía que esta rama tiene, sino también dando trabajo a personas discapacitadas especializadas en diseño.






Día 1 – Fotos: Axel González
Con esta participación llegarían las últimas dos dinámicas del día que consistirán en una reflexión grupal con los integrantes de las mesas en las que cada uno estuviera sentado y una última ronda de preguntas y respuestas. En la mesa que participé se llegó a la reflexión sobre la necesidad de educar a la población sobre los derechos que se tiene acerca de la información que se comparte en las redes, así como las actuales leyes y jurisprudencias específicas de sus países para poder hacer frente a los abusos de las compañías tecnológicas; además se mencionó a la creatividad como un elemento importante para actuar frente a escenarios cada vez más cambiantes.

Con unas últimas palabras de Rafael y del equipo de la universidad, y con una invitación a una reunión informal en un bar cerca de la universidad terminaron las actividades formales del día uno. Por mi parte tuve la fortuna de poder dialogar un poco con Simon Prefontaine, a quien pregunté por sugerencias para llevar a mejor rumbo el trabajo de sindicalizar la industria de animación/videojuegos en México, aprovechando que Arte es Ética ha colaborado en los últimos meses con el GRAM (Gremio de la animación en México), MUMA (Mujeres en la animación) y Red Tatewari, todas organizaciones mexicanas enfocadas en generar una mejor cultura de trabajo dentro del ecosistema de la animación en México. Me pareció prudente hablar con alguien que fue partícipe de la creación del primer sindicato de de un estudio de videojuegos en su país.
Por mi parte, aunque la invitación a la fiesta sonaba interesante, decidí ocupar mi limitado tiempo en Canadá visitando toda el área del campus, y zonas aledañas. Mi decisión fue a buen puerto ya que pude conocer un poco de la cultura del campus, tomar fotografías varias y además sorprenderme de que durante las fechas la universidad tiene una liquidación anual en sus librerías, donde pude encontrar algunos ejemplares de segunda mano a precios bastante buenos que lamentablemente ya son imposibles de encontrar en la segunda mano mexicana. Frente a esto no sabría si estos precios tan económicos tienen que ver con lo barato que es para Canadá y Estados Unidos explotar la madera o si tiene que ver con la cultura consumista que ambos países tienen y que privilegian el adquirir siempre cosas nuevas sobre lo usado. Sin duda un misterio para resolver en otro momento.
Fotos: Axel González
Para el segundo día del evento la universidad preparó para todos los ponentes taxis para viajar a la locación donde se llevarían a cabo las actividades del día. Un viaje de treinta minutos aproximadamente nos llevó a la University of Toronto Scarborough, Miller Lash House, una casa construida en 1910-1920 que sirve como lugar de encuentro para eventos gestionados por la universidad. Dentro de este edificio se llevaron a cabo las segundas pláticas. Continuando con el formato del día anterior, nos sentamos casi los mismos integrantes de los grupos pasados, para escuchar a los nuevos ponentes.

Asmita Bhutani, académica de la universidad de York, fue ahora la encargada de dar pie a las charlas de este segundo día donde tocó abrir el diálogo a Krystal Kauffman, quien compartió la labor del proyecto que el DAIR Institute realiza al brindar un espacio no solo de investigación pero también de comunicación para los distintos grupos afectados por las presentes dinámicas de explotación digital que las compañías de tecnología tienen.
Continuó Cecilia Munoz Cancela, quien compartió su experiencia trabajando en cooperativas tecnológicas mediante su proyecto Código Libre, una cooperativa dedicada al diseño y programación de software que se dedica a trabajar principalmente en proyectos con impacto social; además habló de su labor en FACTTIC, una federación conformada por cooperativas y cómo el mismo trabajo de unas pueden funcionar como soluciones a problemas internos de otras. Prosiguió Ricard Espelt, quien habló sobre cómo las cooperativas laborales y las políticas públicas pueden reforzar la democracia y la gobernanza de datos. Tomó la palabra Clarissa Ribeiro Schinestsck, académica e investigadora que se dedica a la investigación de las actuales dinámicas de trabajo que las plataformas digitales tienen en Brasil, cómo los trabajadores son explotados producto de faltas en la regulación de los contratos de trabajo, y cómo las barreras de lenguaje y jurisprudencia están provocando una crisis laboral en Brasil. Además habló sobre la experiencia de trabajar dentro del gobierno brasileño para generar cambios legales en pro de mejores condiciones de trabajo. Y para cerrar tuvimos la oportunidad de escuchar a Lucas Zanardo, quien presentó el libro Solidarity Digital Economy, un libro elaborado en colaboración con el Ministerio de trabajo de Brasil, Fundación Rosa Luxemburgo y Digilabour.





Día 2 – Fotos: Axel González
En esta ocasión al ser menos ponentes que el día anterior, la actividad después del almuerzo sería realizar una caminata por un sendero indígena llamado Ma Moosh Ka Win Valley Trail, un camino de alrededor de medio kilómetro el cual en su formato de recorrido más tradicional presenta siete paradas para realizar distintas actividades de reflexión, contemplación y conciencia ecológica. Para nosotros lamentablemente por el tiempo y por el número de participantes se nos pidió no detenernos y continuar el camino hasta el final, para una vez llegados a final tomarnos una foto grupal.
Como dato curioso, en el municipio en el que vivo, solo requiero caminar cuarenta minutos para llegar a un río y dos horas para llegar a una cascada, así que mis expectativas por el recorrido eran altas pensando en que se nos mencionó que podía llegar a ser algo cansado. Sin embargo el camino aunque en su contexto cultural indígena es muy rico, la verdad es que como sendero en la naturaleza queda a deber o eso aprecié yo en ese espacio específico, donde la naturaleza ha sido domada: el camino está pavimentado, existen alambres, vallas, letreros, etc, que imposibilitan la opción de perderse o de seguir un camino no marcado. Justo esto lo comenté con algunos de los asistentes lo que causó que durante la caminata me preguntaran qué me parecía el recorrido, y justo comenté lo mismo: en mi pueblo llegar a estas zonas naturales se puede de a pie y aunque hay un camino más o menos marcado, la naturaleza está más presente que en las tierras canadienses.




Fotos de México: Axel González
Una vez terminado el senderismo regresamos a la casa, donde ahora la dinámica fue conducida por Julia Parke y Ashique Ali Thuppilikkat, siendo ésta el reunirse tomando en cuenta ciertos temas recurrentes dentro de los dos días de evento. Fue así como por cuestiones geográficas a casi la mitad de los asistentes nos tocó ir a una sala bajo el tema de Sur global donde básicamente la plática giró en torno a cuál es el papel de todos los países en vías de desarrollo dentro de este futuro tecnológico. La conversación giró sobre el tipo de gobernanza, datificación y políticas públicas que la mayoría global debe generar para nivelar la balanza política que las potencias económicas como Estados Unidos, China y Rusia tienen. Aquí hago un agradecimiento especial a Lido que fungió como traductora para mí, ya que parte de la conversación fue liderada por los compañeros de Brasil, y que aunque el español y el portugués comparten ciertas similitudes que nos permiten entendernos, en el contexto de esta plática me fue bastante difícil seguir el ritmo de la charla, por lo cual una vez más agradezco a Lido su ayuda traduciendo. Para nuestra mala imagen tocó que al ser el grupo más grande nos tardaríamos más en poder llegar a una reflexión colectiva, sin embargo se logró y regresando al salón principal tocó turno a que un representante de cada una de las mesas dijera algunas palabras. Lamentablemente esta sección no quedó muy grabada en mi memoria para decir que se comentó en específico, pero los temas tratados por otras mesas rondaron en los temas de la confianza, solidaridad, infraestructura y ecosistemas, educación, imaginación aplicada a la narrativa e innovación dentro del cooperativismo.
Fue así como después de compartir estas últimas reflexiones dio por terminado el evento. Obviamente sucedieron los aplausos y agradecimientos varios a todas las personas involucradas en que gente de tan diversos espacios pudiéramos hacernos presentes para compartir un poco de lo que hacemos en nuestros respectivos contextos, y como no podía faltar se anunció la igualmente no tan formal pero sí anotada en el itinerario, fiesta de cierre, donde habría karaoke para todos. Sin embargo, varios de nosotros tendríamos vuelos de regreso a distintas horas del día siguiente por lo cual no me fue posible asistir, pero pude saber que Rafael es conocido ampliamente por sus dotes de cantante.
Sea como fuera la aventura dentro del evento terminará una vez regresamos todos al hotel. Para mí tomaría todavía un día extra en el cual aproveché para buscar más libros de segunda mano, visitar la CN Tower y el Royal Museum, y en la noche regresar en el tiempo a México cerca de la media noche, donde una inundación en la vía principal de la ciudad, la Zaragoza como se le conoce coloquialmente, haría que el regreso a casa sumando las cinco horas de vuelo más otras cinco horas en el aeropuerto me dejara completamente fatigado, pero contento de haber podido vivir esta experiencia representando al Colectivo Arte es Ética.


• Crónica escrita en primera persona por Axel González, representante en México de Arte es Ética
• Diseño y maquetación web: Naida Jazmin Ochoa, diseñadora gráfica, ilustradora. Coordinadora del colectivo Arte es Ética.







